jueves, 22 de mayo de 2014

Hoy quería escribirte a ti, ángel de mi alma, tú que envuelves mi realidad de sueños enfermizos por rozarse con tus labios, labios que predican la felicidad que palpas al mirarme, pues tu endulces mi alma, abres las heridas curando ese dolor que caía de cada esbozo.
Has sido aguja para el dolor, has sido aliento para mi asfixia, has sido color para mi grisáceo desazón.


lunes, 5 de mayo de 2014

Continué firme en esta cuerda vieja, temblorosa por morirse entre mis pies.
Queda una larga vida que pienso compartirla con tu aliento, pues esos besos me hacen viajar al intento de no soltarte.
Vuelvo al mismo sitio, a la misma pared, donde grabó las ganas nuestros nombres y el viento borró la tinta.