lunes, 15 de octubre de 2012

Invisible en ese mundo diario llamado instituto.
Pasillos abarrotados de gente, chicles de masticado irritante, miradas que te amargan la existencia, envidia..? Nunca piensas que pueda ser eso, mamá.. No me seas ingenua, no hay nada que envidiar de un "ente" que pasea por los pasillos arrimada a la pared para que no le tiren a empujones burlones..
Se oye la sirena de fondo, te deja sin audición, y.. Entras en clase, te sientas en la silla y miras hacia en frente, deslizas las mangas de la camiseta hacia alante, te encierras en un una burbuja invisible, y cruzas las piernas mientras escuchas la clase de filosofía de las dos de la tarde.. 
Hace frío, miras a la ventana, llueve.. Aunque acaba de parar de llover, los pajaros levantan el vuelo, y Sócrates hoy no usa la razón de tu cabeza, hoy no estás cuerda, deseas salir, y pisar los charchos con las superestas mientras llevas la mochila caída en el hombro y miras al cielo intentando descubrir un mundo mágico entre las formas de las nubes.
 Por fín llegas a casa.. Sueltas la mochila en el suelo, apenas sin cuidado. 
y con gran ilusión enciendes el ordenador.. Lugar donde escapas un poco de la realidad que te rompe cada día. ¿Triste? Bastante.
¿Está conectado? 
Sí.
CONTINUARÁ.

 
 

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