Arriesgué todo por un amor incierto, la arena me enterró en mis problemas cuando ellos cavaban mi tumba, me disfracé de mentiras sin sentido para que no se rompiera la sonrisa que le cosí a mi tristeza, supe amar, supe aceptar que no me amaran, tengo aún heridas que a veces escuecen, de lo que un día me hacía llorar, lo que un día me hacía sentir dolor.
Aún añoro el tacto de tu piel, el color difuso del momento justo en que rozaste la mía.
Quise hacer complot con tu mirada triste, pero solo te dí más tristeza, felicidad se difumino entre el intento de hacerte asi, feliz.
Ahora solo puedo decir, GRACIAS QUERIDO DOLOR, AHORA PUEDO ROZAR A FELICIDAD EN SU PERSPECTIVA MÁS ESPERANZADORA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario