Hoy quiero irme de aquí. Huír con mis latidos, fallecer a mi corazón, hoy necesito desprenderme de este disfraz de payaso infeliz del que me encuentro presa.
Nada tiene sentido, solo somos carne, el alma necesita libertad, no aguanto más en este agujero inquieto, oscuro y silenciosamente desierto.
Aquí hay soledad y reproches, culpa y deseo, lujurioso amor convertido en reflejos de un ayer marchito, del que ya nadie sostiene en sus manos, ahora helado vuelve a sus orígenes imposibles por volver a nacer.
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