Mi dislexico corazón viaja a Roma cada vez que habla de amor.

Tengo millones de fobias, y a la que más le temo es a la de que vuelvas ALGÚN DÍA, pues hasta la ilusión es temerosa de tu regreso.

NO IMPORTA QUE LLUEVA SI ESTOY CERCA DE TÍ.

Me separan de tí tantas cosas y a la vez me únen a tí, que no hayo la manera de luchar contra esa guerra.
Siento tantas cosas al oírte, al sentirte, al estar al lado tuyo..
Cuando me bajo del coche y me dices adiós, siempre imagino que será la última vez que te vea, pues.. 
Me separan de tí tantas cosas.. 
Es una prohibición de la que hago gala.
No quiero sentir nada, pero es inevitable, ya es tarde.
 

No pensé que abría más personas que tu en mi mente, pero poco a poco mi corazón ha dado cabida a un hueco donde habitarlo..

Ser cuerda en la adolescencia es como dulce sin azúcar.

Mirarte era sinónimo de éxtasis. Acabé drogando a mi coherencia.

Cucú. Myself busca corazón donde habitar.

Maldigo a quien te negó volver a ver el sol.

La inocencia de mi infancia no daba cabida ni concebía el drama, melancolía fría, a mis hijos les contaré que exististe un día, y en mi niñéz en todo momento, me enseñaste tanto, que ángel más guapo eres.
Aún recuerdo cuando me hacías reir y feliz, recuerdo esas noches de verano, en la que nos sentábamos toda la noche en la calle a observar las estrellas, como si a pescarlas fuéramos.. Como si piratas del mar de estrellas surcaramos ese mar.. Lo mejor de todo es que me enseñaste la belleza de ellas.. Tú.
Gracias abuelo. Siempre estarás en mí, porque gran parte de mi vida y la más importante tu me la guiaste.

La niña pequeña que era, sonreía por un helado.

Como porro que se consume fue nuestra historia, quizá un cuento corto sin moraleja que lo termine, pues abierto se quedó o se perdieron páginas, no diste final a ese momento de amor palpable, una gota de sangre que dió color al dolor, un mar de lágrimas en mi almohada cada noche, un constante ramadán  en el arte de comernos a besos en los desayunos.

Te quise esperar hasta las doce.. Y amaneció.
 En ese momento comprendí que esperar a las doce del día siguiente sería esperar demasiado.
 Me encanto conocerte.

Y dibujar en el vaho de nuestra respiración en el cristal tu nombre.

Si un día te atreves a quererme, yo seré la cobarde que te espere impaciente..

Quisiera contarte un cuento.. Vintage, con sabor a.. Cerezas de ron de pirata.

Tardes de Invierno que nos hacen temblar y tomarnos un té.

No quería soltarte, y justo en ese momento.. Nuestra historia era un nudo fácil de deshacer.