Soy cristal invadido por el vapor.
Mejillas llenas por tu calor, con rubor.
Quince besos al amanecer, pues siendo día crecí al anochecer.
Pasión afectuosa, vicio que cada segundo se convierte en amor, algo que llegó para endulzar mi ego y mi liberación.
Mi espíritu hoy desiste de cadenas, hoy mi voluntad me encarcela en las palabras que me dices, con amor y la belleza más sencilla que existe.
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