martes, 22 de mayo de 2012

Y ahora podría endulzarme el corazón de miradas y abrazos que nuestro intento de seguir felices andando a este paso creó, y esos delicados roces que nuestros labios reclaman cuando pasan frío. 
Ahora puedo premiar a mi alma por tantos lloros y llantos al anochecer, al saber que crecía con el aroma a adolescencia que desprendía mi alma y mi pálida téz de hielo.


Hoy me pesa el tiempo, me ahoga el mar de lágrimas del helastío impotente, hoy.. Me enmudece ete umbral de tristeza que enloquece. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario